O Invernadoiro

El Parque Natural de O Invernadoiro fue declarado en el año 1997, siendo uno de los tres parques naturales de la provincia de Ourense. Presenta una extensión de 5.722 hectáreas, que se encuentran en el sureste de Galicia, estando situado íntegramente en el municipio de Vilariño de Conso, localizado en el Macizo Central Ourensán.

La geología del Parque Natural do Invernadoiro es principalmente paleozoica, y más concretamente ordovícica, a excepción del extremo suroeste, que es silúrico - devónica. Esto conlleva que las rocas dominantes sean pizarras grises y azuladas, que se acompañan de cuarcitas, areniscas y losas del Silúrico Devónico. 

Cabe destacar que el área fue afectada por la acción del glaciarismo wurmiense, que modeló las cumbres del Macizo Central Ourensán. De este modo, podemos observar restos claros en las morrenas y el circo glaciar do Figueiro.

A través del espacio recorren los principales afluentes del río Conso, denominados Ribeira Grande y Ribeira Pequena. La red fluvial del parque está determinada por la geología y la climatología, que generan una circulación de agua en forma de escorrentía superficial. Los dos valles en los que se encajonan los ríos son de diferente aspecto, mientras que el de Ribeira Pequena es encajado, de laderas escarpadas y húmedo, el de Ribeira Grande, posee una sección en U y es más caudaloso y seco, dando lugar a una vegetación de ribera más característica.

Además, cabe destacar las construcciones relacionadas con el pastoreo, utilizadas en el pasado tanto como vivienda estacional de los pastores (cabaña), como para la estabulación de los animales (curros). Su construcción se hizo aprovechando los elementos naturales del entorno, y se localizan en las partes bajas de los valles, o en las majadas, cercanas a zonas de pasto con agua.

Una gran superficie del parque está ocupada por bosques caducifolios en los que la especie dominante es el roble común (Quercus robur), que comparte espacio con el roble melojo (Quercus pyrenaica). Además, en O Invernadoiro encontramos la población más suroccidental de roble albar (Quercus petraea) en Europa. También son comunes especies como el serbal de cazadores (Sorbus aucuparia), el arraclán (Frangula alnus) o el peral silvestre (Pyrus cordata). Destaca la presencia de acebo (Ilex aquifolium) en los lugares de máxima umbría y cabeceras de ríos.

En el valle do Figueiro se conservan uno de los bosques más antiguos de Galicia, con robles de más de 500años. El área está catalogada como reserva integral y para acceder a ella es necesaria una autorización especial, exclusiva para fines científicos.

Cerca de los tramos de agua, el bosque se diversifica y podemos encontrar especies típicas de ambientes de ribera, como fresnos (Fraxinus excelsior), avellanos (Corylus avellana), abedules (Betula celtiberica), sauces (Salix caprea y S. atrocinerea) y alisos (Alnus glutinosa).

En las cumbres encontramos pastos y matorrales, dentro de estas últimas los más predominantes son los matorrales constituidos por el brezo rojo (Erica australis subsp. aragonensis) y la carquesiaPterospartum tridentatum, con sus dos subespecies, cantabricum y lasianthum. En los suelos más profundos y húmedos encontramos brezo blanco (Erica arborea) y piornales de Genista florida subsp. polygaliphylla, acompañada en ocasiones por la escoba negra (Cytisus scoparius). En las zonas llanas de las cumbres encontramos los cervunales, que deben su nombre al cervuno (Nardus stricta).

La presencia de matorral se ve reducida por la existencia de repoblaciones de Pinus sylvestris que fueron realizadas en el Parque en los años 50 y los años 80.

Debido a las características biogeográficas del espacio también podemos encontrar especies endémicas y raras en Galicia como el Narcisus asturiensis, Festuca graniticola, Anemona trifolia o el amenazado Eryngium duriaei subsp. juresianum.

La gran diversidad de hábitats conlleva una gran variedad a nivel faunístico, donde destaca la riqueza de especies animales endémicas del territorio.  Dentro de los invertebrados, destaca la presencia del amenazado ciervo volante (Lucanus cervus), y dentro de la ictiofauna, los también amenazados bordallo (Squalius carolitertii) y la boga del Duero (Chondrostoma duriense).

Entre los anfibios destaca la presencia de rana patilarga (Rana iberica), ranita de San Antonio (Hyla arborea) o el sapillo pintojo (Discoglossus galganoi). Dentro del Parque encontramos las dos especies de víboras presentes en  Galicia, la víbora de Seoane (Vipera seoanei) y la víbora hocicuda (Vipera latastei), además de otros reptiles como el lagarto ocelado (Timon lepidus) o la culebra viperina (Natrix maura). 

Las aves representan el grupo más numeroso de fauna vertebrada dentro del Parque, destacando la presencia de especies poco comunes como el águila real (Aquila chrysaetos), el búho real (Bubo bubo), los aguiluchos cenizo (Circus cyaneus) y pálido (Circus pygargus), el pechiazul (Luscinia svecica), la perdiz pardilla (Perdix perdix subsp hispaniensis), el colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) la becada (Scolapax rusticola) o el roquero rojo (Monticola saxatilis).

Dentro de las aves acuáticas, podemos encontrar garza real (Ardea cinerea) y cormorán grande (Phalacrocorax carbo) en el embalse de As Portas, y asociadas a cursos de agua rápidos especies como la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea), lavandera blanca (Motacilla alba) y el mirlo acuático (Cinclus cinclus).

También observamos una gran diversidad a nivel de mamíferos, siendo uno de los mayores valores del Parque Natural. Especies como la marta (Martes martes), geneta (Genetta genetta), lirón gris (Glis glis), gato silvestre (Felis sylvestris), nutria (Lutra lutra), desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), jabalí (Sus scrofa) o corzo (Capreolus capreolus). Además de las reintroducidas, ciervo (Cervus elaphus) y cabra montesa (Capra pyrenaica).

El lobo ibérico (Canis lupus signatus) tiene una población estable en el Parque, alimentándose fundamentalmente de cérvidos, tanto ciervo como corzo.

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