Batanes y molinos del río Chonia (Trazo, A Coruña)
Las construcciones del agua
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¿Por qué es interesante este Punto de Interés?
Un batán es una máquina construida a mano y que funciona con potencia hidráulica. Tenía como función principal golpear los tejidos hechos en telares para darles una textura más compacta y homogénea, lo que hizo posible lograr tejidos que luego se convirtieron en mantas o abrigos. Se cree que la expansión de los batanes fue posterior a la de los molinos. Fueron muy utilizados en Galicia, y la mayoría de ellos estaban en funcionamiento hasta finales del siglo XIX, quedando muchos topónimos difundidos por toda la geografía gallega. Son un reflejo del uso de energía del agua en zonas rurales. Junto al río Chonia, en la parroquia de Xavestre, se pueden ver todavía tres de estas construcciones típicas. Aun que la primera referencia que se tiene en España de batanes es del siglo XII, su origen es más reciente, siendo el más antiguo de 1750.
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Los batanes están formados por una rueda, que activa los mazos que golpean los tejidos hasta que estén compactos. Este proceso fue el que dio el nombre a los batanes, porque batían las telas. Trabajan con la fuerza de la corriente del agua de los ríos, que activan todo el mecanismo. El proceso podía durar desde unas horas a noches enteras, hasta que la tela se veía bien. Fueron construidos en madera de reja, despedazada en firmes ensamblajes. En los últimos años se ha empezado a utilizar también el hierro, para arreglar las ruedas o palas.
Las aguas del Chonia hicieron funcionar hasta tres batanes antiguos. Cabe destacar la importancia y singularidad de esta antigua obra de hidráulica, en Galicia solo quedan otros 3 batanes, el conjunto de Mosquetín, Mezonzo y el de Finca Galea.
El conjunto de molinos de esta zona se remonta al siglo XVIII. En el área encontramos hasta 14 de estas construcciones, algunos de ellos muy deteriorados, dejando el de Neiro de Oa como el mejor ejemplo arquitectónico de todos ellos. Son interesantes también las antiguas fábricas de luces, de las cuales, algunas trabajaron hasta 1970. Estas pequeñas plantas de energía consistían en la instalación de turbinas en los molinos, como en el molino de Tarrío, que aprovechaba la fuerza del agua del río para generar luz.