Hayedo de Fonteformosa (Lugo)

Los bosques de hayas (Fagus sylvatica) están ampliamente distribuidos en Europa. No obstante, vieron un decrecimiento de su superficie debido a las transformaciones agrarias recientes y a la intensidad de su aprovechamiento. Las evidencias fósiles sobre su pasado, nos indican que la extensión durante el último período glaciar se vio reducida a diversos refugios del mediterráneo, sabiéndose que la distribución actual en Europa es fruto de una recolonización posterior con la retirada de los hielos.

La Península ibérica funcionó como un refugio y, entonces, se espera que en los bosques que conserva haya pervivido una elevada diversidad genética del haya. En la actualidad la distribución ibérica se limita a la franja norte de la Cordilleira Cantábrica y Pirineos.

Las hayas en Galicia sólo pueden encontrarse en el entorno de Ancares y Courel, restringidas a los ayuntamientos de O Cebreiro, Folgoso do Courel y Fonsagrada. Y si hablamos de formaciones de hayedo puro la mayoría sólo pueden localizarse en O Cebreiro. A pesar de ser un tipo de bosque desarrollado fundamentalmente sobre sustratos calizos también puede aparecer sobre rocas ácidas.

Para la observación
En Fonteformosa encontramos la mejor representación de hayedo puro de la Serra do Courel. Para apreciar las características ecológicas de la zona recomendamos realizar el ascenso desde Fonteformosa, aunque en los primeros metros hay unas fuertes pendientes no aptas para todos los públicos. A medida que vamos ascendiendo se pueden observar los cambios en la vegetación en relación con la influencia del impacto transformador de la aldea y la presencia de un pequeño arroyo.

Así, en una franja amplia alrededor de la aldea se encuentran matorrales dominados por retamas (Cytisus scoparius) y piornos (Genista florida) en una zona que antiguamente era aprovechada para cultivos y cría de ganado. Asociado al arroyo que desciende desde el hayedo, se observa una línea de bidueiros (Betula pubescens). Y dispersos formando un pre-bosque se localizan azarollos o cancereixos (Sorbus aucuparia) y acebos (Ilex aquifolium), hasta llegar a las primeras hayas.

El hayedo ocupa una superficie de 12 hectáreas y comienza a partir de los 1200 metros de altitud. Es llamativa la abundancia de la ombliguera (Omphalodes nitida), con sus flores azules salpicando las orillas de los caminos, o del sello de Salomón (Polygonatum verticillatum), de flores blancas saliendo de las axilas de las hojas.

En el interior del bosque podremos disfrutar de la gran protagonista, el haya con las hojas cambiantes en las estaciones, las estructuras de las copas y la majestuosidad de los árboles de más de 100 años de edad que superan, algunos de ellos, los 40 metros de altura.

Curiosidades
En la aldea de Fonteformosa sólo queda una casa habitada durante todo el año. El abandono del rural tiene un impacto importante en la ecología de la zona, desapareciendo el equilibrio entre naturaleza y aprovechamiento humano establecido desde hace siglos. En este escenario es posible que el bosque de hayas pueda avanzar hacia la aldea, al tratarse de una especie que coloniza bien nuevos espacios. 

El hayedo no llega a la parte más alta de la cordillera que hace frontera con Castilla y León; al otro lado de la raya se localiza el hayedo de Busmaior, que en cierto modo formaría parte de la misma unidad que el de Fonteformosa.