Observatorio Astronómico de Ramón María Aller (OARMA) (Santiago de Compostela)

El observatorio original de 1943 se construyó en un edificio pequeño y modesto. Su función era dar continuidad en Santiago al observatorio privado que tenía en su casa de Lalín el astrónomo y matemático Ramón María Aller. El mismo año de la fundación del Observatorio Aller, leyó su tesis doctoral a los 65 años y fue nombrado director del nuevo centro. Allí trasladó sus instrumentos y su biblioteca.

Con el paso de los años han llegado nuevas lentes y telescopios para el estudio de estrellas dobles y múltiples, el examen de las superficies de los planetas, el cálculo de la posición de cometas o el estudio de eclipses. Sin embargo, Don Ramón, como le llaman sus discípulos científicos, solía decir: "La pieza más importante de los espectáculos astronómicos es el ojo del observador".

Después de su muerte en 1966, el observatorio entró en una era de ostracismo. La llegada del profesor José Ángel Docobo en la década de 1980 relanzó su actividad investigadora y docente. En 2003, se instaló un potente telescopio Ritchey-Chretien de 0,62 m de apertura.

OARMA realiza anualmente programas de divulgación astronómica para el público en general, normalmente fuera de sus instalaciones, que se pueden consultar en su página web.

En los jardines exteriores del OARMA se pueden ver las estaciones meteorológicas que proporcionan datos diarios a AEMET desde 1982.

En la sala del meridiano se conserva, en buen estado, la pieza más mimada del observatorio: el telescopio refractor que Aller donó a la Universidad, un Steinheil construido en Munich en 1924 con 12 cm de apertura y 180 cm de distancia focal. Además de la biblioteca astronómica, enriquecida a lo largo de los años, también conserva su teodolito inglés de 1902 y su reloj mecánico de tiempo sideral de 1945.