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¿Por qué es interesante este Punto de Interés?
La especial orografía de la sierra viene dada por un suelo de cuarcitas, losetas y esquistos, y depósitos periglaciares, que aumentan la permeabilidad del suelo e impiden cursos de agua hasta casi el canal del río. La riqueza del suelo se incrementa con los nutrientes que son arrastrados por las aguas fluviales del río Oribio, un río limpio de aguas frías cuya claridad permite la presencia de indicadores de salud ambiental como las truchas o los macroinvertebrados.
Gracias este cauce fluvial que rodea a la sierra con el mismo nombre, conseguimos tener una flora llena de matorrales, prados y bosques umbríos. Esto alimenta la diversidad aviar, que a su vez hace que esta sierra sea categorizada como Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA).
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Para saber más
El punto de mayor elevación de la sierra es el pico Oribio,
con una altitud de 1.447 metros y una caída abrupta de 600. Mientras que la
ladera orientada cara el norte presenta bosques sombríos, en otros laterales se
descubren grandes extensiones de matorrales intercalados con pastos salpicados
de roquedos.
La sierra del Oribio tiene una morfología quebrada, con
salientes formados por una abundante presencia de cuarcitas de diferentes
edades. Las losetas, esquistos y areniscas, entre otros materiales metamórficos,
también generan cambios en la ecología del lugar.
El río Oribio
De aguas limpias y frías, atraviesa la sierra hasta
convertirse en el Sarria y finalmente hundirse con el río Miño. Debido a la
gran importancia geológica, botánica y etnográfica, esta zona fue declarada en
2021 Reserva de la Biosfera
Observación de aves:
Cuando llega el calor de la primavera y el verano, la avifauna repuebla los montes. Hay especies como el aguilucho pálido (Circus cyaneus), que se encuentra presente todo el año, pero la mayoría no resisten el clima. Rodeando el Monasterio de Samos podemos encontrar al mirlo acuático (Cinclus cinclus) y la lavandera real (Motacilla cinerea). En el valle son comunes el milano negro (Milvus migrans) y también algunas rapaces como el astuto cernícalo (Falco tinnunculus) y el águila calzada (Hieraaetus pennatus). En los roquedos podemos observar al avión roquero (Ptyonoprogne rupestris).