Temáticas científicas
¿Por qué es interesante este Punto de Interés?
En los años 80 en Galicia, la población de oso pardo se consideraba extinta. A partir de ese momento, y tras un intenso trabajo de recuperación de las poblaciones de la cordillera Cantábrica, la presencia del oso pardo en Galicia fue cada vez más habitual. Actualmente, se estima que la población en la cordillera Cantábrica está compuesta por más de 300 ejemplares.
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La primera mitad del siglo XX marca seguro el mínimo de efectivos poblacionales de osos pardos presentes en la Península Ibérica. En el caso de Galicia, en los años 80, su población se consideraba extinta, aunque en algunos momentos podían presentarse de una manera esporádica en la sierra de los Ancares y montes próximos. A partir de ese momento y tras un intenso trabajo de recuperación de las población de la Cordillera Cantábrica, la presencia del oso pardo en Galicia fue cada vez más habitual. En la actualidad, se estima que la población de oso pardo en la Cordillera cantábrica está compuesta por más de 300 ejemplares.
El oso pardo europeo (Ursus arctos arctos) se reconoce por su aspecto pesado, con rabo y patas cortas, cabeza grande, los ojos pequeños y frontales y las orejas cortas y redondeadas. El color del pelo varía entre dorado claro y castaño oscuro, pero también existen individuos que se caracterizan por la mezcla de diferentes tonalidades, como color canela, castaño, negro y hasta ceniza. Pero la variabilidad no acaba aquí. El peso y el tamaño diverge dependiendo de la región en la que viven y, dentro de la misma población, existen diferencias notables entre individuos. En el caso de los osos de la Cordillera Cantábrica pueden llegar a tener entre 1,6 y 2,2 metros de largo y un peso entre los 100 y los 220 kg. Las hembras suelen ser un 25% más pequeñas que los machos. Los osos pardos son omnívoros y no muy exigentes cuando se trata de encontrar comida. Sus principales fuentes de alimentación son las bagas, raíces, brotes y setas, así como la carne de los animales que pueden cazar. No es raro que su dieta también esté formada por pequeños mamíferos e, incluso, en algunas ocasiones puede alimentarse de restos de animales muertos. Con todo, la materia vegetal es la que presenta una mayor importancia en su dieta.
Bibliografía asociada
• Naves Cienfuegos, J. & Fernández-Gil, A. 2017. A conservación do oso pardo en Galicia. Cerna, 78: 43-45.