Prados húmidos de Celeiró

Un polinizador es un animal que transporta el polen de la parte masculina de la flor, la antera, hasta el órgano femenino, el estigma, permitiendo la unión del gameto masculino en el grano de polen con el gameto femenino del óvulo, proceso conocido como fertilización.

La gran mayoría de los polinizadores pertenecen a uno de los cuatro principales órdenes de insectos. Estos son: himenópteros (abejas, avispas y hormigas), dípteros (moscas y mosquitos), lepidópteros (mariposas diurnas y polillas) y coleópteros (escarabajos). Algunos insectos pertenecientes a otros órdenes también son polinizadores. Del mismo modo, también hay aves y mamíferos que actúan como polinizadores.

Para la observación
Los polinizadores son un grupo enormemente diverso de animales, principalmente insectos, cuya función principal en el ecosistema es la de polinizar las plantas. Los himenópteros, orden al que pertenecen las abejas, avispas y las hormigas, son uno de los grupos más eficaces en la polinización. En concreto, las abejas están altamente especializadas en este proceso ya que son herbívoras y dependen de las flores para alimentarse, tanto ellas cómo sus crías. Presentan pelos en su cuerpo para recoger el polen y así poder transportarlo adecuadamente. Del mismo modo, muchas plantas también están adaptadas para atraer a las abejas a través de su aroma, color y diseño.

Los dípteros o moscas presentan muchas especies polinizadoras de plantas. Visitan flores de corola abierta principalmente por el néctar, pero también por el polen, especialmente las hembras que necesitan proteína para la cría de su descendencia. No están tan bien adaptadas para la polinización como las abejas, ya que no son tan peludas ni tienen órganos para el transporte del polen, pero también efectúan la polinización de un modo eficiente.

Curiosidades
La alimentación de la crías de abejorro consiste en polen y néctar, por lo que sus progenitores precisan de altas cantidades de estos productos para alimentarlos. Para recoger más néctar, en algunas ocasiones los abejorros pueden buscar una vía más rápida y sencilla que consiste en hacer un agujero en la base de la flor, llamado “butrón nectario”, y así no acceder al alimento por el lugar que la evolución diseñó para él. De este modo, el abejorro no recoge el polen necesario para la polinización de las flores.

La polinización es un proceso fundamental en los ecosistemas terrestres. Es vital para la conservación de los ecosistemas y para la producción de alimentos. Se estima que el 90% de las plantas silvestres con flores en el mundo dependen, por lo menos parcialmente, de la polinización por animales. La polinización también genera múltiples beneficios para las personas, destacando la obtención de alimentos. 

No obstante, en las últimas décadas se demostró que hay una marcada disminución en las poblaciones de insectos polinizadores. Una revisión reciente de los estudios estima que en los últimos años las poblaciones de insectos voladores se redujeron en un 76%. La mitad de las especies de insectos están disminuyendo rápidamente y por lo menos un tercio está en peligro de extinción. Esta pérdida de insectos polinizadores puede llevar a una situación con consecuencias catastróficas, ya que está en juego el buen funcionamiento de los ecosistemas y la producción de nuestro propio alimento.

Las principales amenazas de los insectos polinizadores proceden de actividades humanas como la fragmentación del hábitat, el cambio en el uso de la tierra, los productos químicos agrícolas e industriales, parásitos y enfermedades, especies exóticas invasoras, colisiones de carreteras, cambio climático y diversas prácticas agrícolas.

Dónde está
Se pueden encontrar polinizadores en cualquier zona en la que estén presentes plantas con flor. Sin embargo, los prados de siega en buen estado de conservación son los hábitats en los que estas especies son más abundantes, por lo que es ahí donde debemos acercarnos para poder disfrutar de este grupo de animales. Recomendamos los prados húmedos de Celeiró.