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¿Por qué es interesante este Punto de Interés?
El valle de Valdeorras, de tierra rojiza, arcillosa y clima templado, acoge al peregrino en este nuevo tramo del Camino, que va desde la localidad de O Barco hasta A Rúa. La riqueza de los recursos naturales y la fertilidad de sus tierras convirtieron a Valdeorras en un espacio de acogida de numerosos pueblos a lo largo de la historia, entre ellos los romanos.
Los romanos fueron los que iniciaron aquí la tradición vitivinícola, y al tiempo cambiaron de forma sustancial el valle: trasladaron los núcleos de población a zonas llanas y construyeron una de las carreteras más importantes de la Península Ibérica, la Vía "XVIII" o "Vía Nueva", por la que hoy transita una parte de este Camino de Invierno. De aquí procede el vino de Valdeorras, y la mayor parte de bodegas de la Denominación de Origen de este vino se encuentran en A Rúa.
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Para saber más
Las zonas de
producción de vino ocupan gran parte de las cuencas de los ríos Sil, Xares y
Bibei. En ellas, el clima es más seco que en el resto de Galicia. La
temperatura media es de unos 11º C y el índice de lluvias oscila entre los 850
y los 1.000 mm anuales. Además, los suelos en pendiente, y en laderas de
exposición sur como los de esta zona, acostumbran a ser de vocación vinícola,
por tener menor fertilidad y buen drenaje, para una adecuada maduración de las
uvas.
Vinos Mencía y
Godello, las variedades más populares
En 1945 se
reconoció la Denominación de Origen (D.Lo.) Valdeorras, convirtiéndose
en una de las cinco que existen en Galicia. La zona es especialmente apropiada
para vinos secos, con cultivos por encima de los 400 metros de altitud. Son secos
porque el azúcar de la uva se convierte en alcohol en el proceso de la
fermentación, quedando una concentración final de entre 1 y 3 g/L. Los suelos
son variados en cuanto a su geología, ya que en esta diversidad de terrenos se
aprecian, fundamentalmente, dos vinos: el blanco de Godello y el tinto Mencía.
Las antiguas
cuevas romanas de Vilamartín de Valdeorras
Algunas de las
antiguas cuevas que quedaron de la época en la que los romanos buscaban el oro,
muy abundante en el entorno, fueron reconvertidas en bodegas, ya que tienen las
características idóneas de humedad y temperatura.
No te debes perder
la ruta del vino: la calidad de los
vinos valdeorreses convierten a la zona en un referente en el sector, y
despiertan el interés nacional e internacional. Una buena idea para disfrutar
de este paisaje de cultura milenaria es esta ruta, que ofrece una verdadera
experiencia, a través de la que se pueden conocer algunas de las principales
bodegas productoras de estos singulares vinos gallegos.