Temáticas científicas
¿Por qué es interesante este Punto de Interés?
En la cuenca del río Sil existen zonas de gran biodiversidad que fueron protegidas por entidades autonómicas, nacionales e internacionales como reservas de flora. La variación de altura determina el tipo de vegetación presente en cada zona. El valle del Sil se caracteriza por tener un clima mediterráneo, con inviernos tibios y húmedos y veranos secos y muy calurosos. A nivel de vegetación representa la frontera con la región Eurosiberiana, aparecen comunidades características del clima mediterráneo con trazos diferenciadores, debido a su proximidad a la región atlántica. La presencia de la flora mediterránea sobre sustrato silíceo es, por tanto, una rareza, sólo en los ayuntamientos de Quiroga y Ribas de Sil pueden observarse las singularidades de esta flora.
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Para saber más
Botánica
La degradación del bosque climácido de encina (Quercus ilex subsp. ballota) deja paso a un matorral en el que el madroño (Arbutus unedo) es el protagonista, junto con ejemplares aislados de las encinas y también algún olivo procedente de antiguos cultivos.
En la zona de Montefurado se puede observar la Erica scoparia. El endemismo de la mitad occidental de la Península Ibérica es la Genista falcata, un piorno con legumbre muy recurvada. Otros rasgos distintivos de la vegetación de la zona y que podemos encontrarnos, son las lavandas, (Lavandula stoechas), jaras (Cistus ladanifer y Cistus populifolius), y acederas (Rumex induratus). Destacan el ládano de las jaras, las lavandas o tomillos por sus compuestos volátiles, sustancias que liberan para reducir la pérdida de agua, se trata de una adaptación evolutiva que les permite sobrevivir en estos ambientes.
La entrada en esta comunidad, de especies del ámbito atlántico, como la carquesa (Pterospartum tridentatum) o incluso el tojo (Ulex europaeus), es un indicador de la condición de área de transición de este valle. Es de interés destacar la abundancia de una especie especialmente adaptada a estos climas, el Sedum fosterianum.
Zoología
Si queremos disfrutar de la observación de aves rapaces y aves típicas de entornos mediterráneos, esta zona es excelente. Entre ellas, encontramos: milano abejero (Pernis apivorus), garza real (Ardea cinerea), milano negro (Milvus migrans), halcón pequeño (Falco subbuteo), curruca rabilarga (Sylvia undata), alcaudón dorsirrojo (Lanius collurio), o alondra (Alauda arvensis), entre otras interesantes aves. Destacamos, entre ellas, el abejero (Pernis apivorus), un ave de rapiña sobre la que descubrieron que actuaba como depredadora de los nidos de velutina, y que, por lo tanto, podía convertirse en una herramienta eficaz y natural para controlar la expansión de esta avispa invasora.
Una de las especies que habitan esta zona de manera permanente es el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), un insectívoro semiacuático que vive en las cercanías de riachuelos y ríos, con hábitos principalmente nocturnos, cuyo rasgo más característico es su hocico en forma de trompeta.
Llegado el verano, podemos ver también lepidópteros como la doncella de ondas rojas (Euphydryas aurinia), anfibios como el lagarto de agua y pequeños mamíferos como el murciélago pequeño, y grande, de herradura (Rhinolophus hipposideros y Rhinolophus ferrumequinum).