Temáticas científicas
¿Por qué es interesante este Destino?
El Parque Natural Complexo dunar de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán se sitúa en el ayuntamiento de Ribeira. Aquí, las corrientes marinas paralelas a la costa han desarrollado un cordón arenoso que ha cerrado una pequeña bahía en el extremo de la comarca do Barbanza, dando lugar a un conjunto de ecosistemas litorales de gran interés, en un proceso que se inició hace 15.000 años y que continúa en rápida evolución. Este sistema dunar, sumado a las zonas húmedas del Parque Natural, presentan una gran diversidad vegetal y sirven de área de descanso para un gran número de aves migratorias.
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El Parque Natural Complexo dunar de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán, fue declarado en el año 1992, con una extensión de 996,35 ha, por su importante papel como área de descanso de aves migratorias durante el paso y la invernada, y por las notables formaciones lacustres y su sistema dunar, único en toda la geografía gallega.
El Parque se sitúa entre las rías de Muros y Noia y Arousa, en el extremo occidental de la comarca do Barbanza, en el ayuntamiento de Ribeira (A Coruña). Consiste en gran parte en un cordón de playa de 4 km de longitud, con extensos sistemas eólicos asociados, y una marisma salobre que se desarrolla sobre un lagoon (cuerpo de aguas someras con una conexión particularmente restringida con el mar) casi totalmente colmatado.
Geología
La acción erosiva del mar y del viento hace que las costas sean lugares muy dinámicos desde el punto de vista geológico, como el caso de las dunas de Corrubedo. Aquí, las corrientes marinas paralelas a la costa han desarrollado un cordón arenoso que ha cerrado una pequeña bahía en el extremo de la comarca do Barbanza, dando lugar a un conjunto de ecosistemas litorales de gran interés. Este proceso se inició hace 15.000 años y continúa en rápida evolución.
El área forma parte de las Rías Baixas, y es una zona de contacto entre rocas plutónicas y metasedimentarias. En la parte norte, el sustrato es rocoso y está fundamentalmente formado por granito de Corrubedo, mientras que en el centro y el sur predominan los esquistos. El 45% del Parque está cubierto por materiales cuaternarios, depósitos de arena que forman playas, dunas y cordones litorales. El complejo playa-lagoon de Corrubedo constituye un amplio entrante costero rodeado por pequeños acantilados rocosos, y está formado por diferentes unidades desde el mar hacia la tierra: playa-barrera, complejos eólicos, lagoon, canales mareales y marismas salobres. La única conexión entre la marisma-lagoon y el mar es una bocana denominada O Río do Mar. La actividad eólica intensa es responsable del desarrollo de diferentes formaciones arenosas, como la duna móvil.
En el Parque no hay ríos de gran importancia, sino pequeños cursos fluviales que vierten sus aguas en las zonas húmedas costeras de Vixán, laguna de agua dulce totalmente aislada del mar, y Carregal, laguna de agua salada que conecta con el mar a través de un canal intermareal.
Historia
La comarca do Barbanza, donde se encuentra el Parque, concentra el mayor número de túmulos megalíticos de Galicia. Uno de los más espectaculares es el dolmen de Axeitos, también llamado Pedra do Mouro, que se encuentra en la parroquia de Oleiros, próximo al parque. También hay restos de la cultura celta por todo el territorio, especialmente en forma de castros como el de Baroña y el de Punta Meixón, y dentro del parque, el castro de Porto de Baixo, que posiblemente estuvo habitado entre los siglos IV y II AC.
Ecosistemas y biodiversidad
Existe una distribución de especies vegetales en los arenales en función de la intensidad de factores limitantes como el viento y la salinidad. Desde la playa hacia el interior se disponen una serie de bandas, paralelas a la línea del mar, donde se sitúan distintos agrupamientos de especies o comunidades vegetales, adaptadas a las condiciones predominantes.
En la 1º banda encontramos una fuerte intensidad de la salinidad y el viento, además de una gran deposición de numerosos restos orgánicos traídos por las mareas, que dan como consecuencia la presencia de plantas halonitrófilas como la oruga de mar (Cakile marítima subsp. integrifolia) o la arenaria de mar ( Honckenya peploides). En la pendiente que mira al mar de las dunas móviles encontramos la 2ª banda, con una menor pero aún acusada salinidad, y una mayor retención de arena que hace que las plantas necesiten más desarrollo radicular para llegar a las capas húmedas, dando lugar a plantas de apariencia herbácea como la campanilla de las dunas (Calystegia soldanella) o la lechetrezna de las playas (Euphorbia paralias). En la parte más alta de la duna móvil está ocupada por la 3ª banda, y el viento, salinidad y movilidad del sustrato siguen afectando, además de aumentar la capa de arena y presentar un medio muy pobre y seco, en el cual las plantas deben desarrollar sistemas radiculares aún más impresionantes y presentar adaptaciones contra la sequía. Podemos observar plantas como la carrasca de San Xoán (Otanthus maritimus), narciso das areas (Pancratium maritimum) o mielga marina (Medicago marina). Por último, encontramos la 4ª banda en la duna fija, resguardad del viento tras la duna móvil, por lo que presenta unas mejores características para el establecimiento de un mayor número de especies vegetales que sirven de refugio a otras especies de plantas y animales. Aunque el sustrato continúa siendo de arena, la cobertura vegetal es mucho mayor, cubriendo casi la totalidad de la superficie con especies como el carraspique (Iberis procumbens), la espigadilla de mar (Crucianella marítima), el enjalme (Seseli tortuosum), paxariños da Praia (Linaria polygalifolia subsp. polygalifolia), cardillos (Scolymus hispanicus) o Silene littorea.
Dentro de los medios húmedos, en la laguna de Carregal observamos junco (Juncus maritimus) y otras especies propias de ambientes salinos como Halimione portulacoides y Sarcocornia perennis. En el caso de la laguna de Vixán encontramos un cañaveral constituido por carrizo (Phargmites australis), mientras que en la parte posterior, donde la influencia del agua dulce es mayor predominan las espadañas (Typha latifolia) y el lirio espadañal (Iris pseudacorus).
Hacia el interior del parque podemos observar plantaciones de pinos marítimos (Pinus pinaster), matorrales de tojos (Ulex spp.) y brezos (Erica spp.) y cultivos. Dentro de las 250 especies de plantas se han catalogado un total de 11 especies de orquídeas, un dato que sorprende dado el tipo de ambiente del parque, pero que es posible gracias a los gradientes ecológicos de Corrubedo.
La gran diversidad vegetal atrae a una gran cantidad de insectos, entre los que encontramos especies protegidas como la libélula Coenagrium mercuriale.
Encontramos una gran representación de vertebrados, muchos de ellos también con varias figuras de protección y/o amenaza. Las condiciones biológicas de este ecosistema litoral lo convierten en la principal área de cría de un gran número de especies de peces que habitan en la costa próxima. La herpetofauna es una de los valores salientables del parque, siendo catalogado en el inventario de áreas importantes para la herpetofauna española. Cabe destacar la presencia de especies de filiación mediterránea, como el sapo de espuelas (Pelobates cultripes), la lagartija lusitana (Podarcis guadarramae) y la culebra de escalera (Rhinechis scalaris), que se encuentra aquí muy cerca del límite septentrional de su área de distribución. También abundantes dos endemismos ibéricos, el lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi) y la lagartija de Bocage (Podarcis bocagei), y se encuentra presente el galápago europeo (Emys orbicularis).
Es especialmente relevante la gran diversidad de poblaciones de aves, en consecuencia con la variedad de hábitats, que albergan especies poco frecuentes o de distribución muy localizada en el territorio gallego. Destacable la presencia de poblaciones nidificantes de 2 especies limícolas amenazadas en Galicia: el alcaraván (Burhinus oedicnemus) y el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus). Las marismas y playas albergan pequeños limícolas invernantes, entre los que destacan el ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus), correlimos tridáctilo (Calidris alba), zarapito real (Numenius arquata) , archibebe claro (Tringa nebularia) y vuelvepiedras común (Arenaria interpres). Además de otras especies como el charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis), gaviones (Larus marinus), alcas (Alca torda), gaviotas (Larus spp.) y ocasionalmente, colimbo grande (Gavia immer). El Parque alberga un gran número de anátidas, como la cerceta común (Anas crecca), el ánade friso (Mareca strepera), la cuchara común (Anas clypeata) o el porrón moñudo (Aythya fuligula).
Las lagunas, en particular Vixán, ofrecen cobijo a especies nidificantes e invernantes infrecuentes o localizadas en Galicia, como el avetorillo común (Yxobrichus minutus), el aguilucho lagunero (Circus aeroginosus), que presenta aquí el único lugar de cría en Galicia, el carricero tordal (Acrocephalus scirpaceus) o el escribano palustre (Emberiza schoeniclus).
Dentro de los mamíferos terrestres, encontramos dos especies de murciélagos amenazados, grande de herradura (Rhinolopus ferrumequinum) y pequeño de herradura (Rhinolopus hipposideros). Son frecuentes en la zona el tejón (Meles meles), erizo (Erinaceus europaeus), ardilla roja (Sciurus vulgaris) y jabalí (Sus scrofa). Y la nutria (Lutra lutra) tiene una presencia común tanto en la costa como en las lagunas. En las aguas próximas es normal observar delfines mular (Tursiops truncatus) y común (Delphinus delphis) y marsopas (Phocoena phocoena).
Más info en: http://galicianaturaleunica.xunta.gal/es/complexo-dunar-corrubedo-lagoas-carregal-vixan
Bibliografía asociada
Pulgar, I. (2010), Guía da flora do Parque Natural do complexo dunar de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán. Dirección Xeral de Conservación da Natureza.
Guía del Parque Natural de Corrubedo. Qnatur, 2016.
Vilas, F., Miralles, A. A., Ramos, A., Sopeña, A., Rey, L., & Nombela, M. A. (1986). El complejo de playa-lagoon de Corrubedo y los submedios característicos. Galicia, NW. España. Acta geológica hispánica, 21(1), 233-243.