La costa ártabra está físicamente marcada por la historia militar. A lo largo de este espectacular golfo se encuentran vestigios de la necesidad del hombre de protegerse del otro: desde solemnes castillos del siglo XVI a baterías antiaéreas del siglo XX. Las características de esta zona geográfica, unidas a los avatares históricos, configuraron este enclave como uno de los de mayor relevancia para la protección de España.