Alvarizas: Construcciones tradicionales (Lugo)
Montañas de Ancares y Courel
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Temáticas científicas
¿Por qué es interesante este Punto de Interés?
Una alvariza o abellariza es una construcción tradicional de Galicia consistente en un muro de cachotes, generalmente circular, donde se guarda un conjunto de colmenas. Los alvares que encontramos en Ancares y Courel se caracterizan por ser principalmente estructuras de planta circular, con muros de aproximadamente dos metros de altura rematados por un borde saliente, para proteger a las colmenas de su mayor amenaza en aquellos momentos, el oso pardo.
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Para saber más
Una alvariza o abellariza es una construcción tradicional, típica de Galicia (especialmente en las sierras) consistente en un muro de cachotes, generalmente circular, donde se guarda un conjunto de colmenas (apiario).
La primera relación del hombre con las abejas para el aprovechamiento de las colmenas salvajes data de hace unos 10.000 años. En la Península Ibérica, los indicios más antiguos de esta relación son las pinturas rupestres presentes en la zona mediterránea; en ellas se pueden vislumbrar algunas imágenes de la recolección de la miel en panales silvestres.
Se sabe que la finales del Neolítico ya se practicaban intentos de manejo de las abejas utilizando rudimentarias colmenas elaboradas con materiales vegetales, o incluso con pieles de animales, pero este aprovechamiento no se realizaba en edificadas. Son los griegos y los romanos los que difunden la trashumancia apícola, se cree que fue entonces cuando nacen las primeras alvarizas, siempre asentadas sobre lugares donde las abejas sintieran abrigo. La trashumancia para la producción de mieles monovarietales se ve sólo favorecida en zonas de orografía suave.
En los lugares de difícil orografía, de clima riguroso y con presencia de posibles predadores, los apicultores se vieron obligados a proteger sus colmenas en construcciones específicas. Y es así como nacen los alvares, alvarizas o cortines (dependiendo de la zona) en el tercio noroccidental de la Península.
Para su observación
Los alvares que encontramos en Ancares y Courel se caracterizan por ser principalmente estructuras de planta circular, con muros de aproximadamente dos metros de altura y setenta centímetros de grosor, rematados por un borde saliente. La altura de los muros, así como la presencia de este borde, se explica por la protección que quería dársele a las colmenas, de su mayor amenaza en aquellos momentos, el oso pardo cantábrico (Ursus arctos arctos).
El hecho de que la planta de las alvarizas sea circular se debe a distintos motivos:
- Que las construcciones tengan un origen pre-romano y estén, por tanto, emparentadas con la arquitectura castrexa.
- Que al carecer de vértices, las estructuras resulten más difíciles de escalar para los predadores.
- Que al coincidir la zona de alvarizas con zonas de clima húmedo e inviernos fríos, un diseño circular genera menos sombras y, por lo tanto, más insolación para las abejas.
Es de destacar que todas las alvarizas poseían una puerta de entrada que suponía el punto débil en caso de que el oso quisiera entrar. Por tanto, como medida de protección, esta solía ser muy estrecha y a veces estaba proveída de puntas salientes, dificultando así el acceso al animal . Dentro de los alvarizas las colmenas se distribuían en hileras y, en muchas ocasiones, incluso en bancadas o en piedras salientes de los propios muros, aprovechando así el espacio al máximo.
Curiosidades
Muchos de los alvares de las Montañas de Ancares y Courel se localizan en lugares de complicado acceso, como en la cercanía de afloramientos de piedra, o cerca de cursos de agua de escasa entidad pero permanentes y alejados de los núcleos habitados.
También es habitual encontrar alvarizas en las laderas orientadas al Sur donde el potencial apícola es mayor por la presencia de flora melífera. La cercanía a cursos de agua resulta fundamental para el ciclo de las abejas, y el hecho de que se encuentren en zonas escarpadas de fuerte pendiente favorece la insolación de las colmenas y permite tener cerca los materiales con los que se construye la propia alvariza.
Los alvares suponen el testimonio de la presencia del oso pardo en este territorio en un tiempo pretérito. El proyecto LIFE Oso del Courel además de trabajar en la recuperación del oso pardo e inventariar los alvares de la zona, tiene prevista la rehabilitación de dichas construcciones. De esta manera, la vuelta del oso a las Montañas de Ancares y Courel favorece al mismo tiempo la recuperación de este importante patrimonio etnográfico.
Sugerimos visitar, debido a la gran densidad de alvarizas, los alredores de la aldea de Seceda, en la zona conocida como Sudrios, en el Valle del Río Lóuzara.
[PARA DESCARGAR] GUÍA DE TURISMO CIENTÍFICO: Rutas de la Ciencia en las Montañas de Ancares y Courel en http://turismo.deputacionlugo.gal/gl/turismo_cientifico/itinerarios
Bibliografía asociada
Entre los trabajos realizados sobre alvares del noroeste de la Península, destacamos el de Díaz Otero, Y. y Naves Cienfuegos, F. J. (2010): Los colmenares Tradicionales del Noroeste de España, publicado en el Nº3 de la revista online ACAFA.
Además, cabe destacar el Inventario de Alvares Tradicionales en la Serra de O Courel, realizado por la Fundación Oso Pardo en junio de 2018, al auspicio del PLAN LIFE Oso Courel. En él se localizaron e inventariaron 192 alvares de esa zona.