Puentes de Gatín (Vía Romana XIX) (Lugo)

Lugar de paso obligado entre Galicia y la meseta, las tierras de Becerreá presentan un gran contraste debido a la presencia de zonas montañosas y valles profundos. Además de numerosos castros dispersos por toda la geografía del municipio, la localidad de Becerreá es atravesada por la Vía Romana XIX de Antonio Caracalla, que unía Bracara Augusta (Braga) con Asturica Augusta (Astorga), después de cruzar ciudades tan importantes para el imperio romano como Tude (Tuy), Aquis Celenis (Caldas de Reis) o Lucus Augusti (Lugo). Se han extraído minerales preciosos de las entrañas de esta vía, debido a la gran cantidad de minas de oro que la rodean. Los caminos romanos en el noroeste peninsular eran los medios de comunicación, conquista y expansión de la romanización y el comercio. A finales del siglo I d. C. tuvo lugar la conquista definitiva y la anexión del Imperio Romano, con el choque lógico de civilizaciones entre la cultura urbana mediterránea y la cultura rural de Finisterrae, que da paso a la profunda transformación de las zonas, mediante programas de planificación urbana a largo plazo.

Pontes de Gatín es un pequeño pueblo a orillas del río Navia, en el pueblo de Becerreá, casi al borde de la cordillera de Ancares. Entre su arquitectura local, destaca, de manera poderosa, el puente peatonal, Ponte do Demo, que data del siglo XVI o XVII, y en uno de sus muros se levanta un miliario de inscripción ilegible en relación con la Vía Romana XIX. Este puente, que une las dos orillas del río Navia, tiene un arco principal de 15,7 metros y uno secundario de 4,3 metros. Fue rehabilitada en el año 2008.

Sin lugar a dudas, este área que cruza el río, fue un lugar de paso fundamental durante la Edad Media y, como su miliario indica, también durante la época romana.