Río Mercurín y Paseo Ramiro Recouso (Ordes, A Coruña)
Un pequeño ecosistema urbano
Puntos de Interés Observer®
Temáticas científicas
Botánica
Ornitología
¿Por qué es interesante este Punto de Interés?
Desde 2009, en el pueblo de Ordes, se ubica el paseo Ramiro Recouso, que cubre ambas orillas del río Mercurín, y es un buen ejemplo de recuperación del espacio natural. La ruta empieza en el casco urbano, en el Muiño da Silva, cubre ambas orillas del río y desemboca en el molino de A Braña. Cabe señalar que estos dos molinos están en muy buena condición.
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COMARCA DE ORDES: RUTA DE CIENCIA
Ordes a conCiencia es una nueva ruta por los destinos turísticos más sorprendentes de la región.
Para saber más
Flora
Este espacio verde representa, aunque sea a pequeña escala, un buen ejemplo de los bosques ribereños únicos de todos los márgenes de ríos de la zona. En él encontramos alisos (Alnus glutinosa), predominantes en este tipo de ecosistema, algunos de ellos prácticamente en el lecho del río. Acompañando, vemos todo tipo de vegetación que crece con alta humedad, como helechos comunes (Pteridium aquilinum) y polipodios (Polypodium sp.). En otoño es fácil encontrar diferentes hongos en las codias y en cualquier parte en la que el visitante pone su mirada.
Fauna
En cuanto a la fauna que habita esta parte del Mercurín, señalamos, entre las aves, la lavandera blanca (Motacilla alba), los mirlos comues (Turdus merula) o el mirlo real (Parus mayor). Y entre mayo y septiembre, muchos caballos del diablo, como la damisela azul (Calopteryx virgo), con sus llamativos colores, vuela sobre el río aprovechando los pequeños rincones de sol para aterrizar.
Recorrido a lo largo del río
Al final de este primer tramo urbano, y continuando cerca del río, sugerimos tomar la señalizada Ruta del río Mercurín. De este modo y a medida que nos alejamos del área urbana, descubrimos nuevas formaciones de castaños (Castanea sativa) y robles (Quercus robur). Este nuevo tramo ofrece la oportunidad de disfrutar de la calma de la naturaleza, por lo que es un buen momento para escuchar los cantos de algunas aves, como el petirrojo (Erithacus rubecula) y mirlos que pueblan estos espacios.
Este paseo circular ofrece dos opciones. La primera, unos 15 km de largo y 4 horas de duración. La segunda, más corta, reduce a la mitad tanto los quilómetros como el tiempo de recorrido. En cualquier caso, es recomendable llevar calzado adecuado, ya que la dificultad, aunque no es alta, en temporada de lluvia algunas de las áreas del paso aparecen inundadas.