Antigua estación ferroviaria de A Pontraga (Ordes, A Coruña)

La antigua estación de Ordes - A Pontraga, fue construida en 1943 para el diseño de la línea Zamora - A Coruña. Se trata de un edificio de piedra de tres pisos, diseñado por el conocido arquitecto de la época Ramón Cortázar de Urruzola (1867-1945).

El tramo Santiago de Compostela-A Coruña fue el primero en inaugurarse en la línea Zamora-A Coruña, conocido como Directo de Galicia.

La arquitectura del edificio

La tipología de las estaciones de pasajeros en esta área no tiene un diseño común y jerárquico de los edificios, como solía ser habitual en otros lugares; en este caso, los estilos utilizados en su construcción se refieren estéticamente a estaciones como la de Azpeitia, en Guipúzcoa, edificio que hoy alberga el Museo del Ferrocarril, y que fue diseñado por el mismo arquitecto que esta estación, en la que el edificio principal, de tres pisos, está inspirado en la tradición constructiva vasca. Destaca, principalmente, la alternancia de arcos de herradura y apuntados en las puertas de la planta baja, los arcos apuntados desde las ventanas del primer piso, y los falsos marcos de madera de la fachada. En el segundo piso hay una fila de ventanas, cada una con dos arcos estilizados punto medio. El último piso está reservado para ventanas rectangulares de madera. El techo es a cuatro aguas, con pináculos de adorno en las esquinas.

Los ferrocarriles

Antiguamente, varias familias ocuparon los diferentes edificios existentes en una estación y realizaban tareas propias del ferrocarril, dependiendo económicamente de la prpia estación: eran los ferroviarios.

La llegada del ferrocarril a mediados del siglo XIX trajo consigo esta nueva clase social derivada de adaptaciones laborales y tecnológicas, e resultante del desarrollo del sector ferroviario: Jefes de estación, Factores de circulación, Cambiadores, Interventores, Enganchadores, Guardias, Guardabarreras, Capataces, Sobrestantes, Avisadores, Telefonistas, Maquinistas, Fogoneros, Jefes de tren, Botones, Visitantes, Vigilantes Nocturnos, Auditores en Ruta y Guardafrenos, son algunos de esos oficios, hoy muy curiosos, que se han desarrollado con el ferrocarril.

Durante años, esta vieja estación fue un importante centro de comunicaciones para el municipio, ya que el transporte de mercancías y la presencia de pasajeros permitieron que el lugar tuviera vida propia, y que el medio ambiente creciera económicamente. Con la construcción de la nueva ruta del ferrocarril, la estación de la Pontraga quedó en mal estado.

Nuevos usos

Tras años de desuso, en 2008, el entorno fue recuperado. En la actualidad también el edificio está siendo rehabilitado para adecuar su espacio a usos recreativos y turísticos. Además, la vieja vía del tren está siendo restaurada, porque es un punto por el que se ejecuta el camino de la Vía Verde que une Santiago de Compostela y Cerceda, y eso contará con más de 30 km de sendero natural.