Foz de Sigüés (Zaragoza)

En Sigüés comienza un sendero señalizado de 5,6 km, que discurre por el margen izquierdo del río Esca y conecta con el núcleo urbano de Salvatierra de Esca. A lo largo de él, se pueden ver las paredes verticalizadas de la Foz que el río ha esculpido, a modo de corte geológico, y que revelan la estructura geológica del paisaje. En sus paredes se puede contemplar el plegamiento de los niveles de roca caliza que llegan a orientarse de forma vertical. Este recorrido presenta una gran biodiversidad. La vegetación se caracteriza por ser una transición entre dos regiones climáticas (Mediterránea y Atlántica). En el interior del cañón predominan los bosques de encina (Quercus rotundifolia) junto con matorral mediterráneo formado por enebro (Juniperus oxicedrus) y coscoja (Quercus coccifera).

En las fisuras de las paredes calizas de la Foz habita una especie autóctona. La Corona de rey (Saxifraga longifolia). Se trata de una planta que ya se encontraba en los Pirineos antes de las glaciaciones y que aprovechó el avance de los hielos para extender su territorio hacia el Sur. Tiene forma de roseta solitaria y mide entre 20 y 55 cm. Solo florece una vez en su vida, entre los meses de mayo y agosto, y lo hace mostrando una gran pirámide de pequeñas flores blancas, tras la cual la planta muere.

Los estudios científicos de la Foz de Sigüés se centran en varias disciplinas como la geomorfología, botánica, fauna o arqueología. Es muy habitual encontrarla citada dentro de otros estudios que engloban áreas mayores de territorio. En las últimas dos décadas se han publicado varios estudios sobre los efectos del recrecimiento de Yesa en el medio natural.