Pallozas de Piornedo (Lugo)

La vivienda tradicional de la zona de Ancares, que algunos autores datan de hay más de 2000 años, es la palloza. Además de en los Ancares, este tipo de construcciones las podemos encontrar en otros lugares del noroeste peninsular, como en puntos del Bierzo, alguna otra zona de Lugo y en algún valle asturiano, como el de Ibias. A pesar de su antigüedad, algunas de las pallozas de Piornedo fueron habitadas hasta bien entrada la década de los 70 del siglo XX. Toda la aldea de Piornedo se encuentra situada en una zona de alta montaña con difícil acceso, lo que dificultó, desde siempre, la entrada de materiales de construcción ajenos a los meramente naturales.

Las pallozas son viviendas de origen prerromana, y la planta de estas construcciones es circular, coincidiendo así con las edificaciones de la cultura castrexa. Los materiales usados para su construcción eran los que se extraían de la zona: granitos para sus muros y una cubierta cónica de paja de centeno. La cubierta es soportada por un armazón de madera de roble. Los muros de las pallozas sirven sólo de aislamiento, pues la estructura del techo descansa sobre este eres armazón autoportante. 

La palloza es un gran habitáculo de una sola planta, dividido por tablas y palos, en el que convivían animales y el núcleo familiar; normalmente se asientan en las laderas del terreno, dejando la parte más baja del habitáculo para los animales. 

La forma circular y la cubierta cónica, así como que el techo carezca de salida de humos, favorecen la expansión del calor del hogar por toda la superficie de la palloza. Los únicos vans que suelen tener son la pequeña puerta de entrada y la puerta de dos hojas que da acceso a la corte, más ancha para permitir el paso del carro. El hecho de carecer de vans ayuda a la difusión del calor en invierno al tiempo que provoca que el interior sea más fresco en verano.

Con el tiempo las formas de las pallozas de Piornedo fueron cambiando, pudiendo encontrar actualmente algunas de planta elíptica o formadas por la adición de plantas circulares. 

En la década de los setenta las pallozas de Piornedo se encontraban aún en buen estado de conservación gracias a que vivían vecinos que cultivaban el centeno, siendo ellos mismos los que se ocupaban de su cuidado. Años después, con el abandono del cultivo del centeno, fueron necesarias ayudas públicas para el mantenimiento de sus cubiertas. 

Hoy en día, la figura del teitador es fundamental para mantener en pie estas joyas del patrimonio, siendo cada vez más difícil encontrar artesanos que sepan hacerlo.

Las pallozas de Piornedo, al ser construcciones tradicionales, fueron siendo modificadas por los vecinos para adaptarse a las nuevas condiciones de vida de sus moradores. En muchos de los casos se emplearon las mismas técnicas usadas en su construcción inicial. Las edificaciones que hoy vemos son el resultado de la adaptación al entorno y a la vida de sus gentes.

Curiosidades
Aunque el primer pueblo en el que se comenzaron a restaurar pallozas en Galicia fue O Cebreiro, el segundo y el más representativo en cuanto al tipo de vivienda asentada en el territorio es el de Piornedo.

En 2015, había en Piornedo quince pallozas, algunas usadas cómo vivienda y otras cómo almacén o palleiro. Los datos reflejados en el catastro de Enseada de 1752 hablan de diecinueve pallozas, todas ellas utilizadas cómo vivienda y con un hórreo asociado. De las existentes en la actualidad, muchas fueron construidas tras ese catastro.

Destacar que el entorno natural de Piornedo está rodeado de puntos de observación para la fauna, botánica y ecología que nos ayudarán a comprender mejor el origen de estas construcciones milenarias y la vida de sus moradores al largo de los siglos.