Val das Mouras (Lugo)

El Val das Mouras es una de las zonas geológicas más importantes de Galicia. Es un afloramiento de piedra caliza en el que el agua hizo cuevas espectaculares que en algún momento se hundieron formando torcas o dolinas, hundiéndose en los relieves kársticos.

Cubre alrededor de 5 hectáreas de tierra. La presencia de rocas calizas en Galicia es una singularidad, ya que su historia geológica incluye materiales fundamentalmente metamórficos y magmáticos. Es entre esta secuencia de rocas cristalinas en la que aparecerán estrechas bandas de rocas calizas cuyo origen se remite a los primeros días de la Era Paleozoica. En ese momento, La Tierra tenía una disposición de masas continentales muy diferente de la actual, y casi todas las tierras emergentes estaban ubicadas geográficamente en el hemisferio sur, en latitudes tropicales o subtropicales.

Esta posición geográfica, unida a las condiciones paleoclimáticas de la era (aridez, abundancia de CO2 en la atmósfera y salinidad adecuada) favoreció la sedimentación carbonatada en mares poco profundos, debido a la desintegración de las conchas calcáreas de los organismos marinos que habitaban esas aguas. Este lodo carbonatado se dispuso a lo largo de la costa del continente Gondwana en caminos paralelos que fueron enterrados millones de años después de la deposición sucesiva de un nuevo sedimento. El aumento de la presión y la temperatura en profundidad, junto con la ausencia de oxígeno, dieron lugar a la compactación y cementación de esta masa carbonatada, creando lo que hoy vemos como rocas calcáreas.

Para la observación
Geológicamente, el Val das Mouras es un exokarst: una forma de paisaje típicamente calcárea, denudada por la evolución misma del proceso de disolución de estas rocas. La extraordinaria deformación tectónica que O Courel ha sufrido en su formación ha creado grietas y discontinuidades en las rocas, lo que permitió la infiltración de agua a niveles profundos del suelo. En el caso específico de este lugar, la red de grietas en su origen era ortogonal, por lo que la disolución de la roca creó una especie de laberinto de grandes bloques rocosos entre corredores de formas caprichosas, dando lugar a un espacio natural de increíble belleza.

En los comienzos, el agua durante la fase de infiltración y disolución estaba causando lapiazes, dolinas y cuevas de estalagmitas y estalactitas, que ahora están desapareciendo debido al colapso de sus estructuras internas (endokarst). Sin embargo, el proceso se detuvo, ya que la base de piedra caliza de Val das Mouras descansa sobre una capa de roca más insoluble, y porque el nivel del río Lor ha evolucionado por debajo del nivel de estos estratos, afectando su poder de erosión a otras áreas

Curiosidades
El espeso manto vegetal que tapiza el área, armoniosamente entrelazado con formas rocosas, contribuye a aumentar la magia del lugar, ya que dentro del Val das Mouras hay un bosque de castaños (Castanea sativa) llamado "O souto de Mercurín". En este soto, además de castaños, se pueden encontrar otras especies botánicas de especial interés, como helechos, musgos, líquenes, orquídeas asociadas con rocas calizas, robles, tejos, acebos o abedules, entre otras especies. Todo este conjunto hace que el color de los carotenos y xantofilas de las hojas, de las diferentes especies de plantas, cambie del verde intenso de la primavera y el verano, hacia tonos ocres y el amarillo del otoño.

Vale la pena señalar que el nombre de Val das Mouras lleva a las míticas leyendas gallegas que relatan que en tiempos pasados vivió en el lugar una “moura” muy hermosa, y que en ese mismo lugar se ocultaba un espléndido tesoro. Sin embargo, los residentes locales atribuyen el nombre "mouro/moura" a las personas que viven dentro de las cuevas. Sea lo que sea, el Val das Mouras es un lugar de gran interés científico, antropológico y cultural que fascina a todos los que lo visitan.