Baterías militares de Cabo Prioriño

Ferrol, A Coruña

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Temáticas científicas



¿Por qué es interesante este Punto de Interés?

El cabo Prioriño alberga el grupo de baterías también denominado de O Pieiro, formado por las baterías de costa de Pena Roiba y Lobateiras y su correspondiente Antiaérea, tal y como estaba recogido en el “Plan de Artillado del Frente Marítimo de las Bases Navales de Ferrol-Coruña, Cartagena y Mahón”. Este fue promovido por el general Primo de Rivera en 1926 para modernizar las defensas costeras españolas y poder hacer así hacer frente a los peligros que la Primera Guerra Mundial había evidenciado, como los grandes acorazados. 

En Galicia el plan establecía puntos de defensa en Campelo (norte de Ferrol), cabo Prior y cabo Prioriño (Ferrol) y San Pedro (A Coruña). Todos contarían con dos baterías costeras y una antiaérea. 

ESTRUCTURA E INGENIERÍA 

El plan de Primo de Rivera especificaba la artillería para cada uno de los enclaves. A Prioriño se destinaron dos cañones de 38,10 cm; cuatro cañones de 15,24 cm; ocho cañones de 10,5 cm; seis obuses de acero de 24 cm y seis cañones de acero de 24 cm, aunque esta última artillería no llegó a instalarse y cuatro de los cañones de 10,5 cm se destinaron a otro complejo, el de Montefaro. 

 

La batería de Lobateiras fue la primera del grupo en iniciar su construcción en el año 1930. A ella se llega a través del camino de tierra que parte, a mano derecha, de la carretera de Pieiro, poco antes de llegar al faro de Prioriño. Las primeras construcciones que aparecen son los cuarteles destinados al personal. Son todos de planta baja para no ser divisados fácilmente. Aquí se encuentran las áreas destinadas al descanso y servicio, pero también el almacén de pólvora y otras dependencias de pertrechos. 


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    En la zona elevada se esconden los pozos en los que se asientan los cañones.  A Lobateiras se destinaron cuatro cañones de la casa británica Vickers de 10,50 cm y dos cañones Vickers de 38,10 cm. Hubo que construir, en los Talleres del Astillero, grúas-puente de 100 tn específicas para el montaje de estas armas en sus correspondientes posiciones. 

    Desde aquí, si se desciende hacia el mar, el camino de tierra conduce a Pena Roiba, donde aparece la segunda batería, para la que estaban destinados los cuatro cañones Vickers de 15,24 cm. Este complejo quedó operativo en 1933 y, como en la anterior, además de los pozos de los cañones también permanecen en pie dependencias para el personal.     

    Para visitar la batería antiaérea se puede llegar caminando, a doscientos metros a la derecha de la de Lobateiras. Aquí vigilaban los cuatro cañones de 10,50 cm. Las baterías antiaéreas estaban construidas de forma monolítica por lo que las cuatro piezas estaban artilladas todas juntas. Su cometido era la defensa antiaérea del Grupo en primer lugar, pero también la protección de embarcaciones como dragaminas y otras de pequeño tonelaje.

    La revisión de las baterías antiaéreas a finales de los años 30 reforzó la artillería de todas ellas. A Prioriño se le designa un cañón de 40 mm situado en las inmediaciones de la antigua batería antiaérea y dos de 20 mm, emplazados al norte y retaguardia. También se instalaron ametralladoras  y asentó un cañón de 20 mm en Pena Roiba. 

    La instalación de estas baterías provocó el desarrollo de carreteras y caminos, tanto para trasladar las piezas durante su montaje, como para comunicar los diferentes grupos entre ellos. Todas estas carreteras estaban enlazadas con las públicas para facilitar el despliegue, así como asegurar el enlace con otros servicios como polvorines, iluminación del frente, defensa antiaérea, puestos de mando, etcétera. 

    En 1997 todo el complejo fue declarado inútil y sus cañones convertidos en chatarra. Hoy tan solo quedan los imponentes pozos en los que se ensamblaban. 

    BAUTISMO DE FUEGO 

    Prioriño nunca entró en batalla, pero su presencia fue disuasoria durante la Segunda Guerra Mundial  y garantizó la seguridad de Ferrol. Las baterías antiaéreas sí hicieron gala de su capacidad en alguna ocasión con disparos de advertencia a aviones aliados que violaron el espacio aéreo español en busca de buques o submarinos alemanes, que se creían refugiados en las bases ferrolanas. El 16 de agosto de 1943 el submarino español B-2 fue atacado cerca del cabo Prioriño Chico, seguramente confundido con uno alemán. 

    Bibliografía asociada

    • - Guía de Baterías de Costa, José Manuel López Hermida y José Manuel Yáñez Rodríguez. Diputación de A Coruña.
    • - Página web del Observatorio del Patrimonio Histórico Español: https://www.ugr.es
    • - Revista de Historia Militar, 126 (2019), pp. 62-90. ISSN: 0482-5748. 
    • - Revista Cultural Columba, 17 (2017), pp 58-76. ISSN: 2444-930X
    • - Revista Castillos de España, 160 (2010), pp 43-55. 
    • - Arquitectura y urbanismo en El Ferrol del siglo XVIII, Alfredo Vigo Trasancos y Xosé M. Gómez Vilasó. Santiago de Compostela: C. O. A. G., 1984. ISBN 84-85665-11-2

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