Temáticas científicas
¿Por qué es interesante este Punto de Interés?
El Pico de los Tres Obispos (1794 m) es uno de los más altos de la sierra de los Ancares. Cuenta la leyenda, de la que deriva su peculiar nombre, que era en esta cumbre donde se reunían los titulares de las diócesis de Astorga, León y Lugo. Es algo improbable, pero sirve para ilustrar el carácter de frontera de esta emblemática cumbre. Es pues, debido a sus singularidades y numerosos atractivos paisajísticos, una ruta clásica y accesible para el montañismo. La senda hasta la cima cubre 7 quilómetros, lleva unas tres horas y salva un desnivel de unos 500 metros.
Desde el punto de vista geológico, esta cumbre, supone otro ejemplo en la zona de los restos de la última glaciación, con estructuras como los circos glaciares, donde la vegetación se abrió paso a través del tiempo.
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Para saber más
En los Ancares puede verse este
pico, el más fácilmente accesible de todos ellos. La cara oeste es la más
espectacular, en la que el frío del cuaternario dejó recuerdos de su efecto,
como el circo glaciar rocoso que conforma con las Peñas de Donís. El frente
del circo se encuentra una veintena de metros más alto que la parte
central.
Ciclos ecológicos
En las laderas del Pico podemos
apreciar procesos muy interesantes relacionados con los ciclos ecológicos de la
vida, como la descomposición de los restos de rumiantes por parte de la
fauna más pequeña, o la remodelación incansable del suelo que permite el crecimiento
de nuevas especies que antes no tenían el sustrato necesario. Una especie
importante aquí es el escarabajo coprófago Trypocopris pyrenaeus, que
entierran bolas de bosta de grandes herbívoros, fertilizando el suelo y
abonando el pasto.
La flora
Los Ancares son un espectacular refugio de riqueza, donde la
humedad es la protagonista del monte bajo, formando un pasadizo verde y
frondoso, abundante en brezo y espolvoreado con robles, acebos, álamos
y chopos. Los líquenes ártico-alpinos de las cumbres y los musgos
completan el paisaje, guiado por el lecho del río de la Vara. Es el ambiente
acidófilo el que permite las asociaciones algo-hongo, que desintegran las rocas
para formar el suelo. Siguiendo con el ciclo de la materia, aparece flora
saxícola o rupícola.
Fauna
Sobrevuelan la zona los azores (Accipiter gentilis)
y halcones (Falco peregrinus), controlando una montaña propia de corzos
(Capreolus capreolus), jabalís (Sus scrofa), martas
(Martes martes) y gamuzas (Rupicapra rupicapra), a los que
podemos ver huir al atardecer. También es común encontrar un endemismo de la Península
Ibérica, restringido a la zona noroccidental, la salamandra rabilarga (Chioglossa
lusitanica).